¿Cuáles son las habilidades blandas más solicitadas?
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A menudo se habla de las habilidades blandas como características importantes que, idealmente, debiese poseer una persona, no tan solo en sus relaciones personales, sino también en su grupo de estudios, trabajo, y cualquier actividad que realice, especialmente si se relaciona con otros. Entonces, en concreto, ¿qué son las habilidades blandas?
¿Qué son las habilidades blandas?
Cuando hablamos de habilidades blandas, nos referimos a aquellas cualidades sociales que poseen ciertas personas, las cuales las hacen ser cercanas, accesibles y comunicativas.
Las personas que las poseen se caracterizan por ser agradables y empáticas, en diferentes circunstancias. En sí, se trata de la capacidad de establecer relaciones saludables en entornos sociales en donde varios aspectos son clave para el logro de objetivos.
¿Cuál es la diferencia entre las habilidades blandas y duras?
Y al igual que existen habilidades blandas, hemos de suponer que también existen las duras, ¿verdad?
Efectivamente, hay habilidades blandas y duras, y estas últimas hablan de los estudios y conocimientos de la persona, es decir, magísteres, doctorados, experiencia en programas de computación como Excel, Adobe, manejo de idiomas y cualquier otro conocimiento adquirido que sea comprobable puede considerarse como habilidad dura.
Para hacerse una idea de cuáles son las habilidades blandas que debemos tener, a continuación mencionaremos algunas de ellas, las cuales son especialmente valoradas y solicitadas en entrevistas de trabajo
Comunicación asertiva
La capacidad de comunicarnos de manera clara, honesta y amable son bien valoradas en una entrevista para un futuro trabajo en equipo.
Se le relaciona con el asertividad, es decir, que somos personas capaces de expresar nuestras ideas y puntos de vista en calma y siendo siempre respetuosas. Es importante también saber cuándo escuchar y poner atención al interlocutor, evitando interrumpir mientras habla.
Gestión del tiempo y organización
Es importante saber distribuir nuestro tiempo de manera eficiente, siendo capaces de priorizar tareas, lo cual facilita la productividad en cualquier equipo de trabajo.
Esta habilidad blanda tiene directa relación con la responsabilidad y el compromiso que manifestemos ante las tareas que se nos asignen, así como también se relaciona con la capacidad de resolución de problemas, y la proactividad.
Creatividad
La creatividad se traduce en la capacidad de improvisar ante situaciones inesperadas, pero también es presentar ideas innovadoras y atrevernos a salir de nuestra zona de confort para proponer iniciativas distintas que sean un aporte para la organización y para el desarrollo profesional.
Actitud positiva
Si tenemos una actitud positiva desde el momento de la entrevista y durante todo el período de trabajo en grupo, seremos bien valorados por nuestros jefes y compañeros de trabajo, pues transmitimos buena energía y optimismo, los cuales suelen ser contagiosos y ayudan a mejorar el ambiente.
Adaptación a los cambios
La flexibilidad que tenemos frente a los distintos cambios que ocurren en cualquier organización también constituye una ventaja para nuestros empleadores, quienes valorarán a una persona que se adapta y está dispuesta a aceptar rápidamente los cambios que naturalmente se dan en los equipos de trabajo. También incluye la disposición que tenemos a aprender cosas nuevas y asumir innovadores desafíos.
¡Ya lo sabemos! Es clave que consideremos estas habilidades blandas a la hora de postular a un trabajo.
Cabe destacar que cada persona es distinta y ante nuestras habilidades siempre debemos ser fiel a uno mismo. Por ello, no debemos darnos por vencidos si vemos que nos falta trabajar en algunas, ya que siempre es posible mejorarlas, para así convertirnos en un elemento valioso para nuestro equipo u organización y tener mayores oportunidades en el campo laboral.
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