Matías Brain, uno de los precursores del triatlón más reconocidos en la historia del deporte nacional, hace un repaso de sus carreras como deportista, emprendedor, profesor de educación física y académico de la U. Andrés Bello.
Escrito por Sonia Tamayo
Sumó logros y luchó contra la falta de apoyo económico, un karma en el deporte chileno. Hasta que en el 2003 se retiró y se enfocó al mundo del emprendimiento e incursionó en la academia al estudiar Educación Física en la U. Andrés Bello y titularse en 2006.
Hoy, a sus 48 años, miembro del Círculo de Honor de la UNAB, detalla los aspectos importantes de su formación como deportista, como profesor e incluso reconoce la rivalidad con otro grande del triatlón como Cristián Bustos. Esta es la historia de Matias Brain.
¿Cómo llegaste al triatlón?
El año 1988, a los 13, comencé a trotar por mi cuenta, ya que me di cuenta que tenía resistencia y era capaz de aguantar más que mis compañeros. A los 14 años llegué al club Universidad Católica a probarme en este nuevo deporte que estaba comenzando en nuestro país y a los 15 debuté en mi primer triatlón. Desde ese momento, no me detuve hasta el 2003, cuando me retiré por falta de financiamiento.
De todas tus competencias ¿Cuál es la que recuerdas con más cariño?
La competencia que más añoro es el Ironman de Pucón de 1999, donde obtuve el segundo lugar, y le gané a grandes figuras como el campeón mundial del momento Peter Reed en una batalla muy dura, por apenas 20 segundos en esta competencia, que siempre ha sido icónica para los chilenos.
Así es. Cristian Bustos fue el número uno de Chile indiscutido hasta 1995, cuando por primera vez le ganaba un chileno y, desde ese momento, existió un duelo permanente entre ambos por el liderazgo nacional.
El 2000 en Sydney participaste en la inauguración de la historia del triatlón olímpico, ¿qué recuerdas de ese episodio?
Recuerdo con mucha emoción el importante logro de haber alcanzado la clasificación luego del largo y duro proceso de selección que duró cuatro años. Estar en el hito deportivo global más relevante fue el logro más importante de mi carrera. Compartir con los mejores deportistas del mundo de todas las disciplinas fue una tremenda experiencia. Si bien no logré el resultado que esperaba, que era estar dentro de los 20 mejores, el hecho de haber llegado a los Juegos Olímpicos me enorgullece mucho.
Su llegada a los estudios
¿Cómo surge la idea de estudiar Educación Física en la UNAB?
Luego de 9 años de haber estado dedicado 100% al deporte, y siempre con la inquietud de qué haría una vez que me retire, supe que la UNAB estaba comenzando con su nueva carrera de Educaicón Física en La Casona, liderada por Jaime Fillol, a quien conocía por el club UC. Me animé a hablar con él para preguntarle si existía algún tipo de beca deportiva, a la cual accedieron y así comencé mis estudios. En esos momentos, ya me desempeñaba como instructor de spinning y personal trainer en algunos gimnasios en Santiago.
¿Cómo te definirías como estudiante?
Para ser sincero, nunca fui muy bueno para los estudios, a pesar de que me iba bastante bien en el colegio. Una vez que comencé los estudios en la UNAB, los 15 años de experiencia como deportistas me ayudaron mucho para hacerme más fácil los estudios, además que me di cuenta de que sabía mucho y me gustaba lo que estaba haciendo.
¿En qué momento nace Club Deportivo BrainTeam?
Una vez que me retiré el 2003, comencé a preparar triatletas para el Ironman de Pucón y, de a poco, comencé a juntar gente para armar el club Brain Team que existe hasta la actualidad y preparar triatletas, runners, ciclistas y nadadores, siendo los pioneros en este rubro.
La universidad me dio los fundamentos teóricos de los procesos de entrenamientos, ya que yo manejaba solo los fundamentos prácticos en base a mi experiencia como deportista, entre otras habilidades como el trabajo colaborativo.
¿De qué forma contribuyes desde lo que haces o desempeñas a la sociedad?
Principalmente, mejorando la calidad de vida de las personas a través de la actividad física. También enseñándoles, mediante la autosuperación, el cumplimento de objetivos y alcanzar sus metas deportivas. También en la actualidad estoy como docente de la UNAB en la carrera de Entrenador de Deportivo, lo que me permite traspasar mis experiencia y conocimientos a los futuros entrenadores.
“La universidad me dio los fundamentos teóricos de los procesos de entrenamientos, ya que yo manejaba solo los fundamentos prácticos en base a mi experiencia como deportista, entre otras habilidades como el trabajo colaborativo”.
¿Qué rol prefieres: ser deportista o entrenador?
La verdad es que no podría decir que uno fue más importante que el otro, ya que ambos roles han sido fundamentales en las distintas etapas de mi vida.
¿Cuáles son tus sueños a corto y mediano plazo?
Seguir creando espacios de desarrollo deportivo, como lo he hecho hasta el momento. He sido un emprendedor toda mi vida, el estar generando nuevos proyectos permanentemente me ha mantenido activo y vigente en todo este tiempo.