Andrea Gutiérrez y Ximena Romero son dos egresadas UNAB que estudiaron Administración en Ecoturismo en Campus República, y desde esa plataforma, comenzaron a desarrollar una carrera en la cual el principal objetivo ha sido siempre conservar el medioambiente y educar en su cuidado.
En ese camino hoy son las coordinadoras del programa de Educación Ambiental de la reserva Altos de Cantillana, ubicada en plena Cordillera de la Costa, punto donde además de trabajar en la protección de la biodiversidad de la zona, fomentan la preservación de flora y fauna entre las escuelas y comunidades locales, y reciben a miembros de otras reservas e instituciones, o a cursos de diversas carreras y universidades, para compartir y expandir el conocimiento surgido de esa tarea.
En ese sentido, Ximena Romero señala que “en nuestro quehacer trabajamos con investigadores, pero también con personas a las cuales entregamos conocimientos, por lo que siempre hemos considerado la importancia de que esa información sea accesible y se transforme en un puente entre ellas y los ecosistemas, a fin de que esa relación mejore”. A su vez, y respecto de esa necesidad, Ximena agrega que “cuando se habla de incendios forestales, de cambio climático, de especies externas invasoras, siempre está el ser humano detrás, por lo que esa tarea educativa es muy relevante”.
Sobre la influencia de Universidad Andrés Bello en el desarrollo de sus carreras, Ximena da gran valor a la transversalidad de los contenidos que recibieron. “Elegí la UNAB porque cuando ingresé, en 2007, era la más potente en temas que me interesaban, como biodiversidad o educación ambiental. Sin embargo, también me fui dando cuenta de que ahí se entregaba un mar de conocimientos, que abarcaba desde el diseño de proyectos hasta la economía o la geografía, todo lo cual ayudó a darme una visión amplia”. Al mismo tiempo, agrega que “nuestra formación combinó lo teórico con el terreno, y esto último es en lo que se basa buena parte del trabajo que realizamos, como por ejemplo cuando recibimos y enseñamos a grupos, cursos o comunidades”.
Ambas egresadas UNAB coinciden, a su vez, en la importancia para la tarea que realizan el desarrollar las habilidades blandas, pues son necesarias y relevantes al momento de educar, y en cómo la universidad y sus profesores (Jelenia Osses, Gloria Rojas, Sebastián Vargas -actual director de carrera-, entre muchos otros) se las potenciaron. “El desarrollo, a nivel humano, que se generó fue muy importante porque me ayudó a formarme también como persona, lo que siempre es importante cuando te dedicas a enseñar o a entregar un servicio”, comenta Andrea. “En Altos de Cantillana trabajamos con otras cuatro personas que egresaron de Ecoturismo en la UNAB, y son notorias en ellas esas habilidades blandas que tanto se necesita”, finaliza Ximena.