La periodista y miembro del Círculo de Honor de la U. Andrés Bello habla de su paso por esta casa de estudios, su carrera profesional y la fórmula que la posicionó en uno de los canales de televisión más importantes del país.
Escrito por Sonia Tamayo
Quien fuera rostro de Mega por 20 años y decidiera emigrar a Canal 13, donde actualmente conduce el programa de “Aquí somos Todos”, recordó su paso por la UNAB y reconoció sentirse orgullosa de que la Universidad Andrés Bello sea su alma máter.
En este contexto, aprovechó de destacar en un diálogo directo con Noticias UNAB su formación profesional y los desafíos que actualmente tienen en mente a sus 42 años, a quien el avance de la edad no es tema: “siempre joven, siempre joven y que la edad no se note”, un mantra que parece ser su cábala para siempre estar espléndida y lozana.
¿Cómo te sientes tras formar parte del Círculo de Honor de Alumni UNAB?
En el fondo, estos años se han transformado en avanzar a paso firme, con seguridad y, por supuesto, considerando las herramientas que me entregó la UNAB. Yo estudié en una Universidad que no estaba en una burbuja; esta institución siempre estaba muy conectada con la realidad. Aquí conocí a mis compañeros que venían de distintos lugares de Santiago y, eso, también te enseña a valorar a las personas por lo que son, no por el lugar de donde vienen. Cuando estás en una burbuja, solamente conoces a ciertos segmentos de la sociedad, en cambio aquí en la UNAB, al ser diferente, al integrar a otros jóvenes de otros puntos de Santiago, fue valiosísimo. De hecho, yo estudié en Barrio República, por lo tanto, sé muy bien de lo que hablo.
Debo confesar que yo entré a la Universidad Andrés Bello porque mi hermana había empezado a estudiar Ingeniería Comercial y, bueno, ella finalmente no terminó. Se cambió a Dirección y Producción de Televisión. Entonces, me comentó de su experiencia y del prestigio que tenía esta Universidad. Ingresé a estudiar periodismo, una carrera de cinco años. Fui muy responsable como estudiante, porque honestamente la saqué en cinco años. Aquí tuve muy buenos profesores, sobre todo, aquellos que impartían los ramos prácticos. Los otros me costaban más, pero lo pasaba increíble también. Todo eso me ayudó mucho, eran profesores que tenían experiencia en el oficio. De hecho, el último profesor que tuve de televisión era un editor de departamento prensa de Tele 13, lugar donde realicé mi práctica profesional, pero no llegué ahí por un pituto de él, sino que por mí misma y con las herramientas necesarias para enfrentar el campo laboral y aplicar lo que me enseñaron en la Universidad.
“Conocí a mis compañeros que venían de distintos lugares de Santiago y, eso, también te enseña a valorar a las personas por lo que son, no por el lugar de donde vienen. Cuando estás en una burbuja, solamente conoces a ciertos segmentos de la sociedad, en cambio aquí en la UNAB, al ser diferente, al integrar a otros jóvenes de otros puntos de Santiago, fue valiosísimo. De hecho, yo estudié en Barrio República, por lo tanto, sé muy bien de lo que hablo”.
¿Qué es lo que más rescatas de tu paso por la UNAB?
Puedo decir que lo que más rescato de la UNAB fue el “aprender haciendo”, algo que es muy importante. Me dejó súper contenta y conforme, porque me permitió desarrollarme profesionalmente. Cuando fui a pedir trabajo, siempre era cómo se nos enseñó en la Universidad, además, esta casa de estudios está muy bien considerada en el ambiente laboral de las comunicaciones. Ahora, también debo decir que una vez que salí de la UNAB, tuve bastante trabajo, con gente que sale de otras universidades y, la verdad, yo me siento súper orgullosa de haber salido de aquí, porque de verdad salí muy bien preparada.
Dentro de tu carrera y de todo tu pasar como periodista en un medio televisivo has vivido muchas cosas, ¿Cómo ha sido ese proceso?, ¿lo bueno, interesante, anecdótico?
Toda mi experiencia en estos 20 años ha sido enriquecedora. Y, por supuesto, que ha habido anécdotas y muchas. Pero más allá de eso, puedo decir que me ha tocado reportear en una población con gente vulnerable, también las contingencias del día a día. El periodismo te ayuda a conocer lo bueno, malo, bonito, feo, y también valorar hasta dónde has llegado, porque cuando uno está bien y está bien valorado, es porque en algún minuto hiciste un buen trabajo. A mí me tocó viajar por el mundo, haciendo reportajes de turismo, pero también me ha tocado recorrer el país cubriendo contingencias y ahí también, uno valora lo importante que es el chileno por sí mismo. También me tocó acompañar a las autoridades cuando van a terreno, cuando se produce alguna catástrofe.
Cuando me inicié como periodista estaban solamente los diarios, las radios y la televisión para trabajar como periodista. Un par de años después, aparecieron los medios digitales y eso abrió mucho el campo laboral, lo que fue muy bueno y ayudó a informar a mucha gente. Incluso, hoy, trabajar en Comunicaciones Estratégicas, se ha vuelto fundamental. Por ejemplo, un periodista con experiencia en algún medio, con años de carrera, que luego se desempeñe en una empresa, tiene un valor incalculable, y ese ha sido el camino para algunos colegas que se han ido hacia el mundo corporativo e institucional y que es igual de valioso que estar en los medios. Pero, independientemente de que se vayan cerrando algunos medios, también se han ido abriendo distintas puertas y está la posibilidad de crear tu propio medio digital, donde también hay un tremendo crecimiento. Entonces, se ha ido transformando la forma de entregar la comunicación y nosotros tenemos que adaptarnos, porque una cosa es que cambie todo el sistema, que es lo que está ocurriendo, pero también nosotros como personas y profesionales de las comunicaciones, tenemos que cambiar la forma de ver y pensar en cómo entregamos información. Y a través de qué canal, que es lo básico, porque no solamente están los diarios, radios y la televisión.
“(…) Puedo decir que, al salir de la Universidad, inicié una carrera en televisión y después de estar 20 años en una situación bien cómoda, donde aprendí mucho, me cambié para dedicarme a conocer y aprender de otros formatos de televisión; para no jubilarme donde había partido trabajando, para hacer algo distinto y esto me tiene muy entusiasmada, contenta y con muchas ganas de seguir aportando, creciendo y sumando como persona, profesional y ciudadana. Es un gran desafío que me tiene muy feliz”.
Considerando tu experiencia y éxito profesional, ¿qué consejos o tips podrías darles a los futuros periodistas que saldrán de la UNAB?
Más que consejos, quizá podría decir alguna pequeña fórmula que a mí me funcionó para ejercer bien mi carrera, desde el inicio hasta hoy. Lo primero, tienen que salir a conocer las experiencias, salir a la calle, recorrer, conversar con la gente. No nos conformemos solamente con entrevistar a las autoridades, hablemos con la gente, escuchemos a las personas y aprendamos de ellas. Esto es fundamental para la experiencia y las miradas del ejercicio periodístico. En segundo lugar, hay que conocer nuestro país y con eso me refiero a que hay que conocer la realidad. Estar siempre muy bien informado, quien no está informado -como periodista- es muy difícil que pueda tener opinión y si nosotros no tenemos opinión no tendríamos en que aportar. Tercero, y muy importante, nunca dejemos de estudiar. Debemos siempre prepararnos, nunca hay que dejar de aprender. Más allá de lo que se aprende en la Universidad, uno como periodista, siempre debe estar preparado para ciertos temas que no aprendimos en la Universidad.
Finalmente, ¿Cuáles son tus proyecciones a futuro en el corto y mediano plazo?
Seguir aprendiendo. Uno nunca tiene que pensar que sabe todo, sobre todo, cuando ha pasado mucho tiempo, porque es muy fácil volverse soberbio. En este momento, estoy en la etapa de aprender de una nueva forma de comunicar e involucrándome con los casos, que era lo que no ocurría antes al leer noticias. En algún minuto sí, pero no ocurría mucho. En cambio, ahora, me hago cargo de los casos y así puedo aportar con un granito de arena para cambiarle la vida a una persona, eso me hace enormemente feliz. Por eso estoy feliz en lo personal y profesional donde me encuentro ahora. En resumen, puedo decir que, al salir de la Universidad, inicié una carrera en televisión y después de estar 20 años en una situación bien cómoda, donde aprendí mucho, me cambié para dedicarme a conocer y aprender de otros formatos de televisión; para no jubilarme donde había partido trabajando, para hacer algo distinto y esto me tiene muy entusiasmada, contenta y con muchas ganas de seguir aportando, creciendo y sumando como persona, profesional y ciudadana. Es un gran desafío que me tiene muy feliz.