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26 junio, 2025

Rukots: Aprender a colaborar para cambiar el mundo desde la sala de clases

Josefina Guzmán“Si los estudiantes aprenden a trabajar juntos, a escuchar, a resolver conflictos y a pensar críticamente desde pequeños, es posible transformar la sociedad.”

Josefina Guzmán no es solo profesora de ciencias. Es también una innovadora en educación y cofundadora de Rukots, una plataforma que transforma la manera en que los niños aprenden en el colegio. ¿Cómo? Integrando tecnología, gamificación y colaboración en desafíos educativos alineados al currículum. Conversamos con ella sobre sus orígenes, su paso por la Universidad Andrés Bello y cómo su vocación la llevó a emprender para impactar más allá de las cuatro paredes del aula.

—Josefina, cuéntanos un poco sobre tu formación académica. ¿Dónde estudiaste y cómo llegaste a emprender?

Estudié Pedagogía en Educación Básica con mención en Matemáticas y Ciencias en la Universidad Católica de Valparaíso. Luego, en 2016-2017, cursé el Magíster en Potenciación del Aprendizaje en la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, cuando el Campus era nuevo. Siempre me interesó combinar el contenido académico con habilidades más humanas y sociales, y el magíster te enseñaba a unir la neurociencia, el juego y las habilidades socioemocionales con un enfoque práctico para el aula.

—Hoy eres cofundadora de Rukots. ¿Qué es y cómo funciona?

Rukots es una plataforma educativa que busca desarrollar habilidades colaborativas como la comunicación, el trabajo en equipo y la resolución de problemas, al mismo tiempo que se abordan contenidos curriculares en asignaturas como matemáticas, lenguaje y ciencias. Lo hacemos a través de desafíos que los estudiantes resuelven en grupos utilizando tablets o laptops. Por ejemplo, uno de nuestros desafíos usa el Teorema de Pitágoras para ayudar a los alumnos a escapar de un apocalipsis zombie, pero lo deben hacer trabajando en conjunto, ya que cada uno posee una parte clave de la información.

—¿Cómo nació la idea?

La idea surgió de una mezcla entre la práctica docente y el deseo de cambiar la forma en que se enseña. Yo era profesora jefe y también de ciencias, y me apasionaba el desarrollo de habilidades socioemocionales en mis alumnos, pero, en la práctica, era frustrante. No había tiempo suficiente en clases para actividades lúdicas o colaborativas, y el sistema te empujaba hacia los contenidos y las pruebas estandarizadas.

Tiempo después, conocí a José Miguel García, ingeniero con experiencia en la metodología de aprendizaje en base a casos y simulaciones de aprendizaje en MBA en Francia. Él me compartió su idea de adaptar esas dinámicas para escolares y ahí nació Rukots, como una forma de sistematizar el aprendizaje colaborativo dentro del aula.

 

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—¿Cómo fue dar el salto desde la sala de clases al emprendimiento educativo?

Fue completamente nuevo y desafiante. Yo no tenía formación en ventas o negocios, pero descubrí que cuando uno cree en lo que hace, comunicarlo es mucho más fácil. Además, los colegios ya saben que el desarrollo socioemocional es clave. No es necesario convencerlos de eso, sino mostrarles cómo podemos ayudar. Y nada mejor que hacerlo con un demo: ponemos a jugar a los profesores con un caso, y ellos mismos viven la experiencia que luego replicarán con sus alumnos.

—¿Qué impacto ha tenido Rukots hasta ahora?

Llevamos cerca de 4 años trabajando, desde el 2024 en el mercado, y hoy estamos en más de 10 colegios, incluyendo Santiago, Viña del Mar y Concepción. Tenemos clientes particulares, como Craigh School o Villa María Academy, pero también trabajamos con colegios subvencionados como el Santa Luisa en Concepción. Nuestra meta es clara: llegar a todos los rincones del país y, más adelante, expandirnos internacionalmente. Ya tenemos nuestros desafíos en inglés y los contenidos son estandarizados, lo que nos da ventaja para llegar a países como Colombia, México o incluso Estados Unidos.

—¿Cómo te ayudó tu paso por la Universidad Andrés Bello en este proceso?

Muchísimo. El magíster fue clave. Me ayudó a entender cómo aprenden los niños, cómo funcionan sus cerebros y cómo incorporar el juego de forma efectiva. Además, una profesora que me marcó profundamente fue Carmen Gloria Garrido. Sus clases eran inspiradoras, te sacaban de la zona de confort. También agradezco el apoyo constante de la universidad: nos ganamos la categoría Alumni en el Startup Creation de UNAB y Santander, presentamos en Emerge America, Miami con su financiamiento, y hoy José Miguel es mentor de otros emprendedores de la comunidad Andrés Bello.

—¿Cómo ves el futuro de Rukots y el rol que cumple en la sociedad?

Creo que Rukots tiene el potencial de transformar no solo el aula, sino también la sociedad. Hoy vivimos en un mundo muy individualista, marcado por la violencia y la falta de diálogo. Enseñar a los niños a colaborar, escuchar, argumentar y empatizar puede hacer una diferencia tremenda. Y si logramos que lo hagan sistemáticamente desde sexto básico hasta cuarto medio, estamos formando ciudadanos distintos, más conscientes y conectados con el otro.

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—¿Y tú, extrañas la sala de clases?

Siempre se extraña, pero gracias a Rukots sigo conectada. Yo misma hago los demos con profesores y estudiantes, y eso me permite seguir sintiendo el pulso del aula. Escucho sus dudas, observo sus dinámicas y recojo sus necesidades. Así seguimos creciendo, desde el aula, pero con la mirada puesta en transformar muchas más.

Rukots es un proyecto con vocación de impacto social. De la mano de una profesora apasionada por el aprendizaje y la colaboración, busca enseñar algo fundamental: que juntos aprendemos más, y mejor.

Si eres profesor/a y estás interesado en conocer más sobre Rukots, visita su página www.rukots.com o escribe a contact@rukots.com solicitando el piloto, estarán felices de compartirlo.