Actualmente, ¿qué estás haciendo?
Actualmente soy la COO de CleanLight, empresa que fundamos hace casi 5 años y que nació desde la oportunidad de aportar en el mercado minero el uso de maquinaria que utiliza energía renovable para su funcionamiento.
Con el tiempo, hemos logrado que muchas faenas de Chile hagan el cambio de torres diesel a tecnología solar, nos enorgullece el granito de arena que hemos aportado en esta transición energética, que nos convirtió en líderes en Chile y abrió las fronteras a otros países de la Región.
¿Cómo fue el camino para sacar adelante tu emprendimiento?
El punto que le dio forma final a CleanLight, fue la licitación que ganamos para Codelco. Ahí fue cuando partió nuestra primera fábrica y logramos la entrega de nuestros primeros 20 equipos en tan solo 45 días. Fue un gran desafío fabricar 20 equipos, esto marcó un hito para nosotros y definió la personalidad de lo que hoy es CleanLight.
Con respecto al camino, no es fácil, pero se puede y es muy gratificante cuando funciona.
¿Cómo fue tu paso por la Andrés Bello?
Yo cree ClenaLight mientras sacaba la ingeniería comercial. Entonces, recuerdo puntos claves que fueron importantes para mí, como el haber podido desarrollar trabajos utilizando mi propia empresa como negocio a analizar.
Recuerdo los consejos que me dieron algunos profesores y que han sido de gran utilidad. Por ejemplo, un profesor nos decía que uno no puede tener al dueño preocupado de cambiar una ampolleta, y en ese momento, mi socio y yo estábamos haciendo de todo en CleanLight, era encargada de marketing, de finanzas, de lo que fuera, todo lo que había que hacer, solucionar o decidir recaía en nuestras manos. Esa es una de las frases que me quedó muy marcada y una de las primeras cosas que realicé cuando pude fue armar el equipo.
El profesor de finanzas nos dijo que no teníamos que esperar una necesidad financiera, que hay que prepararse para cuando llegáramos a tenerla, como: “no esperen el tener una necesidad para recién buscar la solución, tengan la solución a mano y si aparece la necesidad tienen un par de cartas que pueden jugar”.
Yo creo que el paso por la UNAB fue super bueno, principalmente una de las experiencias que me generó mucho valor fue el programa Advance, poder empezar desde el punto donde ya me encontraba profesionalmente en ese momento y no desde los ramos más básicos y paralelamente poder avanzar en mi camino como emprendedora fue muy beneficioso para mí.
Camila, ¿qué herramientas crees tú que te entregó la universidad?
Hay conocimientos que te los entregan los estudios, estas frases que me marcaron y me siguen dando vueltas con el tiempo, por ejemplo. La metodología y el orden fue muy importante para mí, la Universidad te da esas herramientas de estructura para poder cumplir tus objetivos, te enseña resiliencia y perseverancia, muy útiles en el entorno laboral y emprendedor.
¿Qué consejo le darías a las personas que quieren emprender?, que no son pocas en Chile y cada vez son más, sobre todo los jóvenes
Primero, que no lo hagan si lo que están buscando es trabajar menos, porque van a trabajar más. Si realmente lo quieres hacer porque tienes una pasión o porque hay algo que quieres lograr, hay que ser perseverante y no darse por vencido, no importa lo que te diga el resto. Yo creo que ese es un punto muy importante.
Entonces, el poder tener una visión de largo plazo es sumamente importante, buscar factores que te pueden jugar a favor o en contra en el camino, te van a ayudar a visualizar y empezar a hacer metas pequeñas, por ejemplo, yo creo que una de las primeras metas tiene que ser sacar un producto mínimo viable para probar que haya un mercado dispuesto a pagar un él. Y por supuesto enamorarte del problema no de la solución.
Camila, ¿Cómo se viene el futuro para CleanLight?, ¿Cómo te la imaginas o cómo te gustaría que fuese en 5 a 10 años más?
Yo soy bien ambiciosa, mis metas son altas. Yo creo que CleanLight en un par de años más, no solamente va a tener liderazgo en el mercado en Chile, si no que a nivel Latinoamericano y posicionado en Estados Unidos.
Hoy estamos trabajando en distintos proyectos con los que buscamos convertirnos en una empresa reconocida y yo creo que vamos bien encaminados.
A futuro me imagino CleanLight generando huellas, nosotros ya generamos una en Chile, que fue cambiar el paradigma de un mercado que era netamente diesel y que ahora tiene un gran porcentaje solar. Por lo tanto, para mí, lo que más satisfacción me va a dar cuando mire hacia atrás en 5 o 10 años va a ser el cambio de paradigma con respecto al uso de las energías renovables, y el impacto al disminuir la huella de CO2 que lograremos.
¿Cómo consideras tú que estás contribuyendo hoy a la sociedad? O ¿Cómo esperas contribuir a futuro?
Nosotros hemos disminuido más de cien toneladas de dióxido de carbono, eso es harto, es como una ciudad entera de bosque, así de impactante.
En Chile, tenemos presencia en Isla de Pascua, en el sur, en el norte con la minería y en distintos pueblos remotos que no tenían electricidad, ayudamos con el desarrollo para que las personas no se quedaran sin electricidad durante la pandemia.
El mismo camino que hemos recorrido en el país, lo estamos recorriendo en Perú y Colombia, y ahora, con el proyecto que tenemos acá en Estados Unidos, esperamos generar un impacto a mayor escala.
Yo creo que demostrar que las industrias pueden operar con energía solar es una de nuestras contribuciones más importantes.