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16 mayo, 2025

Daniel Medina: “La informática me eligió a mí, no yo a ella”

Daniel MedinaCon una carrera de más de 20 años en el área de la tecnología, el egresado de Ingeniería en Computación e Informática de la Universidad Andrés Bello ha recorrido un camino marcado por la constancia, la evolución y la pasión por aprender. Hoy se desempeña como Subgerente de Data Management en Hortifrut, donde lidera procesos claves en la transformación digital de la empresa.

¿Cuándo y dónde comenzaste tu formación en informática?

Estudié Ingeniería en Computación e Informática en la sede República de la UNAB, aunque mi último año, que estuvo centrado en proyectos, lo cursé completo en la sede Antonio Varas. Entré en un programa que me permitió continuar desde un nivel más avanzado, porque ya había estudiado Análisis de Sistemas y trabajado varios años en tecnología.

¿Siempre te gustó la informática o fue algo que descubriste con el tiempo?

La verdad, siempre digo que la informática me eligió a mí. Desde joven, la música había sido una de mis grandes pasiones —sigo tocando guitarra eléctrica y componiendo—, pero con los años descubrí que la tecnología también me apasiona profundamente. En la enseñanza media quería ser músico profesional, pero por esas vueltas de la vida, terminé entrando a un colegio técnico donde una de las opciones era programación. Nunca había usado un computador, pero algo me llamó la atención. Fue casi por descarte que elegí esa especialidad. Con el tiempo le tomé el gusto, hice mi práctica profesional en Pepsico y terminé trabajando ahí durante 17 años.»

¿Por qué elegiste la Universidad Andrés Bello?

Buscaba una universidad vespertina, porque trabajaba. Vivía lejos, en Cerrillos, así que el barrio universitario era lo más accesible. Además, desde ese tiempo la UNAB estaba muy bien posicionada en los rankings, y era pionera en temas de certificación y acreditación. Eso me dio confianza.

¿Qué recuerdos tienes de tu paso por la universidad?

Muy buenos, hice amistades que aún conservo. La universidad me ayudó a ordenar y formalizar los conocimientos que ya traía desde la experiencia laboral. Me entregó metodología, herramientas y una estructura que hoy aplico constantemente, sobre todo en gestión de proyectos.

¿Algún profesor que recuerdes especialmente?

Sí, recuerdo a Jessica Meza Jaque de base de datos que también enseñaba en la Universidad de Chile. Fue una gran guía, no solo en lo académico, sino también en el ámbito profesional. Me impactó mucho su acompañamiento.

Luego de tantos años en Pepsico, ¿cómo llegas a Hortifrut?

Después de 17 años decidí emprender. Creé una empresa de tecnología y otra que no tenía nada que ver con el rubro, pero fue difícil. Estuve siete meses sin trabajo en el área tecnológica, hasta que me contactaron desde Hortifrut. Lo que más me atrajo fue que, a diferencia de Pepsico, el área de TI en Hortifrut está en Chile, y desde acá se toman decisiones globales. Eso me motivó mucho: ser parte de la estrategia, proponer e innovar.

¿Qué haces actualmente en Hortifrut?

Soy Subgerente de Data Management. Trabajo en convertir a la empresa en una organización “data-driven”, es decir, que tome decisiones basadas en datos. Me encargo del área de ingeniería de datos, lo que incluye extraer, limpiar y disponibilizar datos para toda la organización. También lidero equipos que trabajan con áreas estratégicas de la empresa y me hago cargo del gobierno de datos, lo que implica definir políticas, buenas prácticas y trabajar con el Delegado de Protección de Datos (DPO) en temas de protección de datos personales.

¿Qué herramientas aprendida en la UNAB la sigues utilizando hoy?

La más importante: la gestión de proyectos. La universidad me enseñó a ordenar ideas, metodologías, manejo de presupuestos y liderazgo en procesos de transformación digital. También, utilizar las herramientas tecnológicas para resolver problemas de manera eficiente.

¿Cómo ves el futuro de la carrera en informática?

El futuro está en saber aprender. Hoy la información está disponible en todas partes, entonces la clave no es memorizar, sino saber adaptarse, aprender cosas nuevas y desaprender lo que ya no sirve. La velocidad con la que avanza la tecnología es enorme. Además, con la irrupción de la inteligencia artificial, cambia el rol del profesional: ya no basta con programar, hay que saber guiar a las herramientas, entender qué están entregando y cómo usarlas de forma ética y efectiva.

¿Y tú, cómo te ves en cinco años más?

Me cuesta responderlo porque tengo muchas inquietudes. Tengo cuatro hijos, una empresa propia llamada Trémolo, y estoy iniciando un startup en el mundo del espectáculo. En Hortifrut me veo al menos unos años más porque anhelo ver concretada la madurez de la empresa en términos de data.

Por otro lado, me interesa mucho el área de innovación y mentorear a jóvenes profesionales; gran parte de mi equipo está formado por personas que contraté recién egresadas. Disfruto guiándolos, aprendiendo de ellos, moldeándolos y viendo cómo crecen profesionalmente.

¿Algo más que te gustaría agregar?

Solo que me apasiona buscar soluciones a problemas usando tecnología, pero desde la innovación. Me gusta pensar diferente, encontrar esa «quinta pata al gato», como se dice. Eso es algo que aplico en todo lo que hago: en Hortifrut, en mi empresa y en mis proyectos personales. Esa curiosidad constante es lo que me mueve.