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18 octubre, 2024

Superación y liderazgo: el inspirador testimonio de Rodrigo Fernández y su compromiso con las nuevas generaciones

liderazgoVicepresidente del Consejo Industrial en el Colegio de Ingenieros de Chile y egresado de Ingeniería Civil Industrial en la UNAB, comparte su compromiso por acercar la ingeniería a las nuevas generaciones y reflexiona sobre la meritocracia, el impacto social y los desafíos de fomentar la participación en instituciones. Su historia es un testimonio de superación y una invitación a no ser solo espectadores.

 ¿Por qué decidiste estudiar en la UNAB?

Mi historia es de harto esfuerzo, nací y me críe en una toma acá en Santiago. Fui a un liceo industrial y de ahí tuve que trabajar para pagarme la carrera técnica en Prevención de Riesgo del instituto AIEP, que fue donde comencé. Al terminar, pasaron dos años y volví al instituto por la Ingeniería en Prevención de Riesgos, en modalidad vespertina. Trabajé entre tres o cuatro años antes de conocer la Universidad Andrés Bello, tuve suerte de que me dio algunas alternativas de financiamiento por su vinculación con el AIEP, así que tomé el programa Advance y me titulé el 2021 de Ingeniero Civil Industrial.

Siempre he querido impactar y aportar a la sociedad, y a pesar de lo difícil que ha sido, creo que sí existe una meritocracia en este país a través de la educación y el trabajo constante de uno.

 Cuéntame, yo sé que tú acabas de asumir como vicepresidente del Consejo Industrial en el Colegio de Ingenieros, ¿cómo te involucraste y qué significado tiene para ti?

 Principalmente por voluntad. Yo ingresé al Colegio hace un par de años, me integré con el objetivo de aportar desde mi carrera y punto de vista al desarrollo del país. Logré integrarme al Consejo de Especialidad Industrial, donde comencé a aportar en las actividades y en el desarrollo de las ideas, y fui reconocido hace unas semanas atrás con los votos de mis colegas, quienes me nombraron vicepresidente, resultado de los aportes que he realizado estos años.

Creo que hay muchas metas todavía por cumplir, tengo varios objetivos que quiero perseguir, uno de ellos es la vinculación entre la Universidad y el Colegio. Mi anhelo es acercar el Colegio a las nuevas generaciones y ver a los alumnos participando desde la universidad y valorando los beneficios que tiene esta alianza.

Me encantaría aportar más desde a la integración y vinculación con los estudiantes, desde el Colegio de Ingenieros realizamos distintas actividades con colegios públicos y privados, con el objetivo de acercarlos a la ingeniería y sus distintas especialidades, aeronáutica, química, civil, entre otras.

¿Qué otros desafíos tiene el Colegio de Ingenieros de Chile?

Hay uno que me toca la fibra y es el desapego de las nuevas generaciones con las instituciones, ¿por qué las nuevas generaciones se están separando de las instituciones? Ese en uno de mis desafíos y también del Colegio, encantar primero a los colegiados, que no necesariamente están en algún consejo o participan de alguna mesa de trabajo, para después fomentar la participación de las nuevas generaciones y que entiendan que desde acá también se aporta en las políticas públicas y el desarrollo del país.

liderazgoLos Prisioneros tienen una canción que dice: no te quedes con mirar. Ese es el mensaje, hoy no te puedes quedar como espectador, hay que participar, todos tienen que participar.

Rodrigo, volviendo a la época universitaria, ¿qué recuerdos tienes de tu paso por la universidad? ¿Algún profesor que te haya impactado que haya marcado tu camino?

Son tres los profesores que marcaron mi época de estudiante. Lorena Paredes, mi profesora de trabajo de título, ella me hizo vivir una experiencia estresante, fue muy estricta y crítica con mi trabajo, pero finalmente me hizo ver y entender que podía dar más. Ahora que miro hacia atrás, me hizo más fuerte, más capaz de enfrentarme a ciertas circunstancias y prepararme para lo que venía en el ámbito laboral.

Edwin Aliaga, con quien tuve tres ramos en la carrera y siempre me encuentro en las actividades del Colegio, y Alexis Olmedo, una persona muy cercana y que hoy se desempeña como director de Escuela de Ingeniería en Santiago.

¿Alguna herramienta entregada por la universidad que te haya servido y uses el día de hoy en lo que haces?

Todo lo que tiene que ver con la evaluación de proyecto, la UNAB tiene o tenía un convenio con la Universidad de Miami, que dictaba el Engineering Project Evaluation. Un programa que abarcaba tres ramos que te permitían evaluar la factibilidad de un proyecto, eso hoy me ha servido mucho porque estoy trabajando en uno propio, y tanto la evaluación como formulación del proyecto han sido herramientas fundamentales para mi carrera. Hoy tomé el impulso hacia la independencia, la innovación y el emprendimiento, gracias a que contaba con esa formación que me dio la universidad.

Rodrigo, ¿y de qué manera consideras tú que contribuyes hoy a la sociedad?

Es una pregunta que me hago muy frecuentemente, y creo que es súper amplia y difícil de alcanzar o lograr, pero sí he pensado que puedo aportar desde la ingeniería, mi especialidad y la participación que tengo hoy en el Colegio de Ingenieros.  En este sentido, me gustaría abarcar desde aquí la parte social, incluir a todos esos jóvenes y niños que a lo mejor viven en un campamento, como yo lo hice alguna vez, para ayudarles a desarrollarse y transmitirles que es difícil prosperar, pero no imposible. En mi caso fue mi mamá la que siempre me empujó a ser profesional, pero tal vez ellos no cuentan con esa motivación que yo sí tuve.

Hay que empujar e involucrarse con el carro social para que todos se integren al país.

Rodrigo y, ¿cómo te ves tú en el ámbito profesional?

En algún momento me lo planteé, yo buscaba una gerencia en una empresa grande.
Hoy me lo estoy replanteando, llevo un año independiente y ser mi propio jefe, armar mi empresa es la meta que tengo. Incluso, en unos años más me gustaría formar un startup con impacto social.